martes, 7 de julio de 2015

Burbujas




Por: Herica Pulgarín Hernández

Angélica Cortés
Somos semilla sembrada en un campo fértil, capaces de escoger el mejor camino y abono para nuestras almas; somos humanos, los seres más complejos del universo, tenemos un afán infinito de sobresalir sobre el otro sin importar las semillas que tengamos que aplastar.

Lo que nos diferencia de los animales es esa conciencia que Descartes definió como una cosa con extensión, la cual hace parte de la evolución para transformar al cuerpo y al mundo. Es así como el ser humano arma ideas basadas en las creencias que se imparten desde el momento de su nacimiento y se van haciendo más fuertes o desestructurándose a medida que se relacionan con sus pares, resquebrajando la imagen que tiene del mundo y abriendo un nuevo caudal de posibilidades para desarrollar su conciencia.

Dependiendo el nivel de autosugestión de nuestra consciencia y de qué tan fuerte sean esas creencias, podemos implantar en nuestras mentes una imágen de la forma como los demás se deberían comportar en una comunidad; es difícil saber cuál es el absoluto correcto pero no puede salir nada bueno cuando no tenemos claro los límites dentro de nuestro propio ser.

En nuestras mentes libramos constantemente una batalla, erigiendo y deformando la idea de la convivencia, haciendo de todo tipo de relaciones una guerra en sí misma, pero siempre promulgamos la famosa consigna, “deseo la paz mundial”; y ¿qué es esa paz, además de ser la ausencia de la violencia?

Entendemos la violencia como todo lo que impide al ser humano desarrollar plenamente su potencial físico, mental y espiritual. Desde esta visión podríamos pensar en un juego de burbujas donde hay personas encerradas en cada una, con creencias diferentes y tratando de imponer su forma de pensar. Las burbujas son libres de volar en diferentes direcciones, pero siempre habrá alguna que trate de estallar el espacio seguro de otra o de apropiarse de su estado libre para aumentar sus posibilidades de desarrollarse. Con este panorama, la paz es definitivamente una simple palabra sin sentido, carece de belleza y es, en últimas, una utopía que cada día se nos desvanece más y se pierde en el tiempo.

Hay que ser consientes de que vivimos en un mundo donde todos los gobiernos hablan a viva voz de cómo están trabajando por conseguir esa paz tan anhelada, pero no trabajan en transformar primero al individuo, están preocupados por conseguir la paz explotando las burbujas de los que creen están equivocados.

Para conseguir la paz necesita haber un cambio, una transformación del ser, de su consciencia, estar de acuerdo en las premisas básicas sin desconocer la diversidad de personas como mundos individuales, haciendo válido una evolución a través de la multiplicidad. En un mundo soñado se respetan las creencias básicas de cada época, aunque hay diferentes caminos todos apuntan hacia la misma dirección.
Sachi U. Maeshiro

Pero, ¿de verdad es rentable la paz, esa de la que Dalai Lama habló como “… no temor, más amistad, más armonía, más igualdad, iguales oportunidades para todos…”?; ¿existe de verdad la intención de procurar la igualdad en todos los pueblos, de que las oportunidades no se queden sólo en un determinado estrato social?, ¿o la idea de que todas esas personas que viven de la guerra dejen de hacerse ricos a costillas de la sangre de los inocentes?; ¿existen de verdad gobernantes que además de predicar por una paz, estén haciendo lo posible por conseguirla?, ¿o hay algún lugar donde los diálogos de paz no sean una farsa para tener a un pueblo contento con la idea de que volverá a ser libre en su individualidad?; ¿será que de verdad en mi amada Colombia, se podrá conseguir algo más que una sílaba sin sentido, será que lograremos evolucionar?

En definitiva, la PAZ es un sentimiento que nos queda grande en esta época, para una pandilla de primitivos como nosotros, no nos queda más que tratar de evolucionar en nuestros corazones y lograr estar en paz con nuestros pensamientos, creencias y acciones para poder construir una gran burbuja llena de otras pompas que puedan mostrar su aura sin conflictos con la colectividad.

DESEO LA PAZ MUNDIAL”, deseo que deje de ser una frase de cajón.

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