Estamos
viviendo tiempos muy difíciles, miramos a nuestro alrededor y encontramos
envidia, traiciones, violencia, crueldad, guerra y más. Observamos una
humanidad “deshumanizada”, indiferente
y sin amor al prójimo. Criticamos y ponemos nuestra mirada en los otros, pero
poco volteamos a vernos, y al no hacerlo, tampoco nos responsabilizamos de la
parte que nos corresponde de esta terrible y triste cotidianeidad.
Pareciera
un escenario en verdad desesperanzador, sin embargo ¡no lo es! La esperanza para
transformar el entorno donde nos movemos se apoya en una palabra: ¡consciencia!
Palabra
tan mencionada, tan requerida en estos días pero tan no comprendida. Abstracta, compleja, necesaria…
¿Qué
es la consciencia? Consciencia es “con
conocimiento”, con la capacidad de darnos cuenta de lo que sucede dentro y
fuera de nosotros. Adquirir esta capacidad es el camino que nos puede llevar a
aportar a esta humanidad, en influirla de forma positiva.
¿Sabemos
qué nos duele? ¿Podemos darle nombre a nuestro dolor? ¿Sabemos qué necesitamos?
¿Dónde buscarlo? ¿Conocemos nuestras virtudes o carencias? ¿Sabemos distinguir
cuando nuestro cuerpo siente alegría, emoción o euforia? ¿Distinguimos la
tristeza de la melancolía? Actuamos y nos comportamos muchas veces sin darnos cuenta de ello.
La
consciencia inicia con un simple acto: ¡auto observarnos! Dejar de posar la
mirada en los otros y empezar a posarla en nosotros mismos. Revisar cómo
reaccionamos, qué nos causó alguna emoción, qué le paso a nuestro cuerpo con
esa emoción. Conocernos, reconocernos…
Ser
conscientes es vivir en el aquí y en el ahora, dándonos cuenta de lo que sucede
mientras vivimos, porque es nuestra costumbre ir fantaseando por la vida e
irnos perdiendo de lo que realmente está sucediendo dentro y fuera de nosotros.
Conocernos nos hará conscientes.
Reflexionar
nuestros valores y creencias, conocerlos, revisarlos y reafirmarlos con
conocimiento. Y si queremos avanzar más en nuestro conocimiento, meditar. El
hacernos conscientes de lo que somos y de lo que creamos hacia afuera nos
brinda la oportunidad de moldearnos, de definir el ser humano que queremos ser,
pero desde la consciencia, ya no desde la inconsciencia.
El
hacernos conscientes nos hace responsables porque se logra lo siguiente: toma
de decisiones consciente, elección consciente, emociones conscientes, amor
consciente…
La
consciencia ayuda a eliminar defectos provocando el nacimiento de las virtudes,
buscar ser seres de consciencia despierta ¡el objetivo a lograr!
No hay comentarios:
Publicar un comentario